Deniss Guerra: Una palabra de Reconstruidos

Deniss Guerra

Escribir Reconstruidos no solo me ha dado el placer de conocer a escritores latinoamericanos nuevos y formar nuevos lazos profesionales con ellos,  también me ha permitido reconectar con escritores de mi juventud.

Hace unos quince años, cursaba la preparatoria en Ciudad Juárez. Para ese entonces ya tenía una visión clara acerca del tipo de carrera que quería para mi futuro. Sabía que el camino de las letras era bastante particular, especialmente cuando muchos de mis compañeros aún no se decidían por una rama profesional. Fue en esa primavera de la vida que coincidí con Deniss Guerra.

Nuestra afinidad por las letras y el sueño de escribir para vivir nos hizo prontas amigas. Pasamos mucho tiempo disfrutando de las artes juntas y compartiendo escritos hasta graduarnos y tomar nuestros respectivos caminos en la vida. Llevé esa amistad con Deniss siempre cerca, sabiendo que ella fue la confidente literaria que me dio esa hambre de conectar con otros escritores.

Una década más tarde, reconectamos. Ambas habíamos dejado Ciudad Juárez y emigrado un par de veces. Nuestro amor por la literatura nutrió nuestras carreras profesionales y Deniss cargaba consigo un récord artístico impresionante.

Originaria de León, Gto., Deniss Guerra se realizó como maestra en Ciencias del Lenguaje y estudia el doctorado del mismo programa. Además de ser tallerista y escritora, Deniss es principalmente una detonadora. A lo largo de seis años ha trabajado en la detonación de escritura creativa como herramienta para otro tipo de procesos o problemas de la vida diaria. Sus trabajos han sido publicados por editoriales independientes como Ediciones el Nido del Fénix y Grupo Cultural Macondo, y su libro Cien Formas del tiempo y otras atemporalidades fue publicado en 2015.

Entre sus recorridos a través de la república mexicana, Deniss ha colaborado con artistas talentosos en distintos ámbitos del arte, como el grupo de jazz manouche Gato Negro con quienes grabó un disco que combina la tradición oral de las historias y la composición de varias piezas de jazz (2018).

Actualmente, Deniss radica en Cholula, donde trabaja con el lenguaje, el pensamiento y la creatividad. Su especialidad es la escritura e investigación de la narración breve y busca involucrar a jóvenes y adultos en procesos creativos. Como fruto de sus talleres, publicará un libro titulado Realidades de Bolsillo en el que compila la colaboraciones de más de veinticinco escritores quienes se dieron a la tarea de escribir por más de seis meses durante la contingencia sanitaria por COVID- 19.

 Después de reconecta y platicar un poco de nuestras carreras literarias, quedé absolutamente encantada (y un poco nerviosa) cuando Deniss se ofreció a leer y escribir una reseña de Reconstruidos: La iniciativa Clover. ¿Podía mi novela agradar a una escritora de la talla de Deniss Guerra?

Al terminar la primera entrega de esta saga, esto es lo que tuvo que decir.

Michelle nos estrecha la mano “con confianza practicada” en una narrativa fresca y clara entregándonos a una serie de personajes que muy detenidamente vamos conociendo. Deja de lado detalles que permiten que el lector saque sus conclusiones con respecto a ¿Qué está pasando en el mundo? lo cual es algo que agradezco mucho pues las recetas repetidas al explicarnos un mundo distinto al nuestro las tenemos a todo nuestro alrededor. La cotidianeidad de estos personajes nos va abriendo de forma muy natural, las puertas hacia una nueva forma de vivir, pero, sobre todo, una nueva forma de ser ¿humanos?

La fresca narrativa de Michelle es sorprendida por una serie de inesperadas imágenes preciosas que logra con unas cuantas palabras bien armadas, de forma que nos encontramos en paisajes donde la playa pareciera que “estuviera bostezando”. Otras como “las armas son moneda de cambio” que no solo se vuelven imágenes perdurables, sino que abren espacios a temas complejos de nuestra sociedad o mejor dicho, la sociedad de estos personajes. Salvo que no estamos buscando ser superhéroes, el resto de las temáticas nos suenan tan familiares como conflictos bélicos, migraciones, discriminación, consumismo y la tan actual falta de humanismo en las grandes corporaciones (entre varios más), todas tratadas con delicadeza y sinceridad desde fragmentos de las vidas de Miguel, James, Alyssa, Ángel y Robin.

Construye a una serie de héroes mucho más cotidianos y familiares de los que solemos conocer, con problemáticas tan cercanas como una suspensión por disciplina o la puntitis absurda de los procesos cotidianos burocráticos y laborales. Nos enfocamos en conocer a un conjunto de personajes que nos reflejan entre otras cosas valores de convivencia, lealtad, amistad y colaboración y especialmente nos adentra a su fascinante mundo interior de angustias, alegrías, temores, etc.

La mayor parte de la novela nos va dejando como “un globo a la deriva atado a una silla jardinera abandonada” (qué maravilla de imagen), pues construye esta historia en varias entregas que suspenden nuestra emoción provocando que sigamos para averiguar más y más, la cosa es que este juego nos lleva hasta el final de la novela. Y es que es aún más fácil dejarse llevar en este juego por los destellos irónicos de los cuales la autora hace uso para romper con momentos en los que ya nos ha envuelto y decide dar una voltereta sorpresiva al final.

Sin duda es además no solo una “iniciativa Clover” sino una iniciativa hacía el universo de estos reconstruidos, pues nos abre un camino perfecto y nos presenta a las personas adecuadas para prepararnos y esperar las siguientes entregas.

Es una novela que te permite llevar un mundo silenciado después de la Guerra, donde “hay escasez de todo, pero un exceso de muerte”, a la hamaca en un buen clima y que seguro terminas antes de la cena.

Puedes encontrar más acerca de Deniss y su trabajo a través de sus redes sociales en dengue_collage

 

 

Michelle Monarrez